El pasado siete de agosto, el nuevo presidente electo de los colombianos Gustavo Petro Urrego, después de jurar ante Dios y ante los colombianos asumir el cargo, respetando la constitución y la ley, anunció un decálogo de promesas, que serían tomadas por su administración como un compromiso ineludible. Cada una de ellas, son de gran importancia, no obstante, la séptima promesa tal vez sea la más acertada y la más anhelada por los colombianos.

Al tomar posesión de su cargo, el presidente de la República Gustavo Petro manifestó, bajo la gravedad del juramento, que se obligaba a cumplir y a hacer cumplir la Constitución Política de 1991, uno de cuyos componentes más importantes tiene que ver con la protección del ambiente, motivo por el cual, desde el principio de su vigencia, se la ha considerado una constitución ecológica. 

Se inicia el período presidencial de Gustavo Petro, y en el país se observa que hay muchas esperanzas puestas en su gestión y en los resultados que pueda mostrar en muchos campos, tras una administración indolente y ajena, que dejó mucho qué desear. 

La ONU incentiva el narcotráfico con la prohibición a las drogas… “Creo que esto hay que discutirlo”: Petro. “No podemos hablar de paz total si no le buscamos una solución al problema del narcotráfico”: Álvaro Leyva, Canciller de Colombia.